BENEDICTO XVI por Salva
Pelo blanco, desgreñado como si la ventosidad de un rumiante se hubiera dirigido hacia él. Frente ancha, mirada malvada, perversa expresando poder absoluto, nariz pelotuda, con orejas de dumbo enormes, está entre el maestro Joda y un gnomo de jardín, la boca la tiene alargada con labios finísimos con sonrisa fea y dientes pequeños y las manos las tiene chiquititas adoptadas de un canguro.
0 comentarios