Caricatura de Doña Cayetana, Duquesa de Alba.

Es una matusalén de dama, de pelo encrespado como si le hubieran hecho la permanente por lo menos quince veces,  de complexión delgada como un palo, de piel tan pálida que hasta una fantasma se podría confundir con ella. Sus labios son carnosos, tanto, que nos hace recordar con demasiada exactitud al famoso sofá de los labios de Dalí. Tanta exuberancia facial, véanse sus pómulos descomunales, casi le impiden ver por esos pequeños ojos de murciélago, pese a que, quizás un chimpancé, nos pueda dar un parecido más exacto a ella en el mundo animal.

Descripción caricaturizada por Montserrat Escamilla.